se atoran en mi garganta.
y mis sentimientos se anudan en mi espalda...
NO quiero dormir.
Quiero escribir, pero...
no me salen las palabras.
Los girones de mi alma desgarrados por mi pluma...
“Anatomía de un día maravilloso”
Todo salió redondo, como si lo hubiera planeado.
El despertador no se trabó. Al bañarse quedaba jabón en la regadera y el agua no se enfrió. El pan no se quemó. Su hijo lo beso espontáneamente. Consiguió asiento en el micro. Llevó paraguas y llovió. Vio una mujer hermosa y ella la miró. Le dijeron que era simpático. Cobró el sueldo entero, sin descuentos. Alguien le contó un chiste nuevo, y era bueno. No olvidó las llaves. El perro saltó para saludarlo. Su equipo de Fut-Bol Gano 2 a 0. Un amigo lo invito a una fiesta. Su esposa le había cocinado su plato favorito y después de cenar le confesó que tenía ganas de hacer el amor con él.
Así, en un mismo día, todas las publicitadas cosas de la vida aparecieron rendidas a sus pequeños pies humanos.
- ¿Esto es suficiente para ser feliz? – Le pregunto la luna.
Él la miró de reojo, esbozó una sonrisa de compromiso y susurro lentamente:
- No, pero es una gran ayuda para seguir adelante.
Niños ricos de papá empresario,
con una mamí dama de la caridad
y miembro activa de las hermanas de la vela perpetúa.
Hablan con bromas superfluas.
El humor es reflejo de realidades perdidas por signos de pesos.
Con risas vacías de estar tan llenas,
Con lenguajes que se elevan a los abismos donde viaja todo hombre ebrio.
Subido el lenguaje, hundido el cerebro.
Frases sueltas
“Los mismos lugares sin ti, solo saben a tristeza”
“¿Por qué quieres enseñarme un ritmo que ni siquiera es tuyo?”
I
¿Quién te dijo
Que el olvido
Tiene nombre
De mujer?
II
¿Quién te dijo
Que la brisa de la luna
Y la luz del mar
Te ayudaran a olvidar?
III
¿No es verdad
Que sus labios
Aún quedan marcados
En tu labios
Que desdibujan
Una mueca
Que parece una sonrriza?
IV
¿Quién te puede ayudar
A olvidarle si esta
Gravado en tu mente
Su imborrable recerdo?
Ni el alcohol
Ni la muerte
Ni otro amor…
Esta historia comienza
Donde termina el día
En un cuarto con vista al mar.
En la habitación de un hotel
Con la luna enmarcada en una ventana sin cortinas
Junto a la cama, en una comoda, esta un viejo reloj que cuenta los segundo de esta aguda agonia interminable que se dibuja en el tic tac interminable del tiempo, tiempo que emana de las lagrimas del amor y del olvido.
Lágrimas que al caer por mi piel
Dejan surcos que trazan los minutos de esta vida
Que termina al iniciar la noche sin estrellas
De este negro día sin sol